lunes, 1 de noviembre de 2010

Valverde renueva el voto a su Patrona

La procesión de la Patrona recuerda su protección frente al terremoto de Lisboa de 1756, que asoló la provincia


cada año desde 1756, fecha en la que se instauró el voto perpetuo por los cabildos eclesiástico y civil de Valverde del Camino, los vecinos de la localidad acuden a la iglesia para dar gracias a la Virgen del Reposo por su especial protección un año antes, cuando el conocido como terremoto de Lisboa asoló muchas localidades de la costa portuguesa y de las provincias de Huelva y Cádiz, propiciando el nacimiento de Isla Cristina.
En Valverde del Camino, el movimiento telúrico sólo se dejó sentir y causó daños en la parroquia cuando se celebraba la Eucaristía, no causando daños personales a nadie en el municipio.
El párroco de la localidad, José Ramos, apeló durante su disertación a un templo abarrotado de vecinos que "el pueblo ha cambiado mucho; ya no es el que era, antes había más creyentes. Pero estamos aquí y esto supone para nosotros una responsabilidad: hacer que las generaciones venideras sigan cumpliendo con este voto, para lo cual nosotros tendremos que preguntarnos sinceramente y transmitir esa fe de corazón". Una fe que ha perdurado en el tiempo y, pese a que ahora hay menos creyentes, "cada uno de noviembre la iglesia se llena de vecinos para proclamar a la Virgen del Reposo como defensora de los terremotos".
Luego llegó el momento de renovar el voto perpetuo, para lo cual se acercó al atril el alcalde de la ciudad, Miguel Ángel Domínguez, que junto al representante de la iglesia, José Ramos, el párroco, leyeron el voto perpetuo: "Juramos solemnemente a Dios nuestro Señor y a estos Sagrados Evangelios, que estos Cabildos Eclesiásticos y Secular de esta villa cumplirán y guardarán perpetuamente la función que tienen establecida en honor y mayor culto de María Santísima en su venerable título del Reposo, según y como consta de su dotación; y así mismo la reeligen y admiten ambos cabildos por su especialísima Patrona y defensora de los terremotos".
La Virgen en esta procesión, de recorrido mucho más corto que en su día grande del doce de septiembre, lució sólo una toquilla, y tanto la imagen como su hijo portaban las coronas de plata. Sin ráfaga ni manto, la imagen se muestra más sencilla.
Este año, el paso de la Virgen del Reposo, cuya cuadrilla de costaleros ha sido la del paso de la Virgen de la Soledad, dirigidos por Eloy Beato, iba adornada con flores blancas llamadas spider y salteados con tonos rosas conocidas como astromelia.
En el centro, el paso lucía un ramo de nardos blancos. Y debajo, en el respiradero frontal, la vara de hermano mayor y un crespón negro en homenaje a Juan Octavio Domínguez, que hasta el año 2000 fue hermano mayor de la cofradía de la Virgen del Reposo y que recientemente ha fallecido. La cuadrilla también dedicó a quien impulsó en su mandato el que la Virgen saliera con costaleros la primera levantá.
Ya en la puerta de la iglesia, la Virgen del Reposo fue recibida por la Banda Municipal de Música valverdeña y multitud de vecinos, que arroparon en un día luminoso a su Patrona.

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